Algunas de las moléculas que contaminan la atmósfera son ácidos o
se convierten en ácidos con el agua de lluvia. El resultado es que en
muchas zonas con grandes industrias se ha comprobado que la lluvia
es más ácida que lo normal y que también se depositan partículas
secas ácidas sobre la superficie, las plantas y los edificios. Esta
lluvia ácida ya no es el don beneficioso que revitalizaría tierras, ríos
y lagos; sino que, al contrario, trae la enfermedad y la decadencia
para los seres vivos y los ecosistemas.
Causas de la lluva ácida
Algunas industrias o centrales térmicas que usan combustibles
de baja calidad, liberan al aire atmosférico importantes cantidades
de óxidos de azufre y nitrógeno. Estos contaminantes pueden ser
trasladados a distancias de hasta cientos de kilómetros por las corrientes
atmosféricas, sobre todo cuando son emitidos a la atmósfera desde
chimeneas muy altas que disminuyen la contaminación en las cercanías
pero la trasladan a otros lugares.
En la atmósfera los óxidos de nitrógeno y azufre son convertidos en ácido
nítrico y sulfúrico que vuelven a la tierra con las precipitaciones de lluvia o
nieve (lluvia ácida). Otras veces, aunque no llueva, van cayendo partículas
sólidas con moléculas de ácido adheridas (deposición seca).
La lluvia normal es ligeramente ácida, por llevar ácido carbónico que se forma
cuando el dióxido de carbono del aire se disuelve en el agua que cae. Su pH
suele estar entre 5 y 6. Pero en las z
onas con la atmósfera contaminada por estas sustancias acidificantes, la
lluvia tiene valores de pH de hasta 4 o 3 y, en algunas zonas en que la niebla
es ácida, el pH puede llegar a ser de 2,3, es decir similar al del zumo de limón
o al del vinagre.
Daños provocados por la lluvia ácida
Es interesante distinguir entre:
Ecosistemas acuáticos. En ellos está muy demostrada la influencia negativa
de la acidificación. Fue precisamente observando la situación de cientos de
lagos y ríos de Suecia y Noruega, entre los años 1960 y 1970, en los que se
vio que el número de peces y anfibios iba disminuyendo de forma acelerada
y alarmante, cuando se dio importancia a esta forma de contaminación.
La reproducción de los animales acuáticos es alterada, hasta el punto de
que muchas especies de peces y anfibios no pueden subsistir en aguas
con pH inferiores a 5,5,. Especialmente grave es el efecto de la lluvia ácida
en lagos situados en terrenos de roca no caliza, porque cuando el terreno
es calcáreo, los iones alcalinos son abundantes en el suelo y neutralizan,
en gran medida, la acidificación; pero si las rocas son granitos, o rocas ácidas
pobres en cationes, los lagos y ríos se ven mucho más afectados por una de
posición ácida que no puede ser neutralizada por la composición del suelo.
Ecosistemas terrestres. La influencia sobre las plantas y otros organismos
terrestres no está tan clara, pero se sospecha que puede ser un factor muy
importante de la llamada "muerte de los bosques" que afecta a grandes extensiones
de superficies forestales en todo el mundo. También parece muy probable que
afecte al ecosistema terrestre a través de los cambios que produce en los suelos,
pero se necesita seguir estudiando estos temas para conocer mejor cuales pueden
ser los efectos reales.
Edificios y construcciones. La corrosión de metales y construcciones es otro
importante efecto dañino producido por la lluvia ácida. Muchos edificios y obras
de arte situadas a la intemperie se están deteriorando decenas de veces más
aprisa que lo que lo hacían antes de la industrialización y esto sucede por la
contaminación atmosférica, especialmente por la deposición ácida.
Las actividades industriales, comerciales y domésticas generan varios tipos
de residuos y subproductos que suponen una carga para el medio ambiente,
donde afectan básicamente a través de las aguas y la atmósfera.
Uno de los problemas más claramente identificados es el de la lluvia ácida
, producido por las emisiones de azufre y nitrógeno a la atmósfera.
Los llamados ciclos del azufre y ciclo del nitrógeno exponen el recorrido químico
que las emisiones contaminantes de industrias, centrales eléctricas y automóviles
experimentan en el medio ambiente, hasta convertirse en gotas de ácido sulfúrico o
ácido nítrico que caen con la lluvia natural, causando efectos nocivos en árboles,
plantas y animales.
Ciclo del Azufre
Ciclo del Nitrógeno
La industria ha desarrollado una serie de técnicas de defensa del medio,
al tiempo que se han promulgado disposiciones legales y convenios internacionales
para limitar las concentraciones de los productos agresivos o peligrosos.
En nuestra página sobre la Central de Puertollano se aportan algunos datos sobre
la reducción en emisiones dañinas que estas nuevas técnicas están consiguiendo
, muy por debajo de los límites legales permitidos. Y se trata sólo de un ejemplo.
En España, la preocupación por los efectos de la industrialización y de la concentración
del consumo energético llevó a la Ley de Protección del Medio Ambiente Atmosférico
, 1972, que supuso un paso importante en la los denominados transfronterizos, que
fue abordado por el Convenio de Ginebra de 1982 y en los protocolos de Helsinki,
1985, Sofía, 1988, Ginebra, 1991, Oslo, 1994, Aarhus, 1998, y defensa del medio y
prohibió el uso de tecnologías muy contaminantes y obsoletas.
Una de las mayores preocupaciones es la de la lluvia ácida, provocada por la
emisión a la atmósfera de compuestos de azufre y nitrógeno, tal y como se explica
en los gráficos anteriores, que terminan como gotas de ácido sulfúrico y nítrico en
la lluvia.
Este es un efecto de Goteborg, 1999.
La conjunción de estos acuerdos legales con las adecuadas técnicas industriales
será el mejor camino para la reducción del impacto ambiental por los contaminantes
atmosféricos precipitables, y para recuperar los ecosistemas dañados.
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