lunes, 27 de septiembre de 2010

Estaría amenazada la mitad de la flora


Nueva estimación: a partir de un estudio en 189 países. Según científicos de la

Universidad de Duke, entre el 22 y el 47% de las especies vegetales está en peligro

Cálculos previos situaban esa cifra en torno del 13% En Ecuador, el 83% de las

especies endémicas estaría en riesgo En el país sólo se cuenta con datos fragmentarios

Fotos:

El doctor Jorgensen, uno de los autores del estudio

Foto: Gentileza Carlos Ulloa, Jardín Botánico de Missouri

Passiflora loxensis, amenazada

Foto: Gentileza Carlos Ulloa, Jardín Botánico de Missouri

Si el estudio que hoy publica la revista Science está

en lo cierto, el ser humano no cuida sus reinos y dilapida

la herencia que debe a las futuras generaciones:

de acuerdo con la estimación realizada por Nigel Pitman

y Peter Jorgensen, de la Universidad de Duke, Estados

Unidos, casi la mitad de las especies vegetales del

globo podría estar amenazada de extinción.

"Es bien sabido que el 13%, la cifra más citada para calcular

la fracción de la flora global amenazada, resulta una seria

subestimación -escriben los investigadores-, porque no

incluye un escrutinio confiable de especies en riesgo

en las latitudes tropicales, que es donde crece la mayoría

de las plantas del mundo. Nuestro cálculo arroja un resultado

de entre 22 y 47%, mucho mayor de lo que se creía. Dado

que el número de las especies vegetales de la Tierra continúa

siendo materia de discusión, hicimos dos cálculos separados

sobre la base de dos estimados recientes, 310.000 y 422.000."

Para llegar a esta conclusión, los científicos debieron utilizar datos publicados

e inéditos sobre endemismo (confinamiento a una zona), especies

amenazadas y área correspondientes a 189 países.

Trazar esta imagen, sin embargo, no fue fácil: los datos sobre patrones globales

escasean, por lo que es difícil evaluar la verdadera extensión de la crisis vegetal.

"Los resultados sugieren que la mitad de las especies puede considerarse

amenazadas de extinción, según la clasificación de la Unión Internacional para

la Conservación de la Naturaleza (UICN)."

Para los especialistas, los países tropicales son los que llevan el peso de la

destrucción. Una gran proporción de las especies potencialmente amenazadas

se encuentra en países de esa parte del globo, en los que coinciden una gran

diversidad de flores y pérdidas masivas del hábitat.

"El 83% de las especies de plantas endémicas para Ecuador -afirman-,

califican como amenazadas dentro de los criterios de la UICN."

Aquí, en el país, no existen datos que permitan cuantificar el empobrecimiento

del escenario natural.

Según la doctora Alicia Burghardt, del Departamento de Biodiversidad y Biología

Experimental, de la Facultad de Ciencias Exactas, de la UBA, "en la

Argentina no se realizan estimaciones como éstas, apenas puede haber datos

fragmentarios. No hay una política científica a ese respecto".

No es sencillo evaluar los efectos de la desaparición de una especie sobre

un ecosistema. "Hay que estudiar caso por caso -subraya la especialista-.

Puede no ocurrir mucho, o puede desaparecer el ecosistema."

Calentamiento global

Mientras en Nueva Delhi representantes de casi 200 países intentan acordar la puesta en marcha del Protocolo de Kyoto sobre cambio climático, otro trabajo publicado hoy en Science y firmado por el equipo de Martin Hoffert, profesor de física de la Universidad de Nueva York, llega a la conclusión de que no existen, por ahora, tecnologías que puedan reemplazar la energía producida por los combustibles fósiles. Según los científicos, se requiere una fuerte inversión en el desarrollo de fuentes de energía alternativas para evitar un desastre ecológico.

Y enseguida agrega: "No se trata de conservar por conservar... La alarma surge, por un lado, de la desaparición de masas boscosas: los vegetales son los que producen oxígeno, aunque no conozco estudios científicos serios acerca de cuál es el impacto de la deforestación en la producción de este gas. Por otro lado, hay muchas especies de gran utilidad para el ser humano, y si desaparecen antes de ser estudiadas, ese beneficio potencial se pierde definitivamente. Es cierto que todo lo que sea prospectiva es discutible, pero también es innegable que resulta positivo establecer redes de conservación y bancos de semillas. En Brasil existen y muy buenas".

El ingeniero agrónomo y doctor en biología Carlos Villamil, profesor del Departamento de Biología y Bioquímica de la Universidad Nacional del Sur, y miembro del Comité de Plantas de la IUCN, es un especialista en el tema. "Hace tiempo que

estamos intentando hacer un listado de plantas amenazadas en la

Argentina, pero todavía es muy fragmentario. Aunque alguna información

se encuentra en la bibliografía, en la mayoría de los casos los datos faltan."

Según los investigadores norteamericanos, una base de datos actualizada

sobre todas las especies en extinción requeriría una inversión de cien dólares

por especie, alrededor de doce millones de dólares anuales.

"Sólo con un emprendimiento de estas características se podrán monitorear

y prevenir las extinciones de gran escala que se prevén para este siglo en

los trópicos", advierten.

Por Nora Bär

De la Redacción de LA NACION

http://www.lanacion.com.ar/02/11/01/sl_445984.asp
LA NACION | 01/11/2002 | Página 12 | Ciencia/Salud

 

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