lunes, 2 de noviembre de 2009

La Tierra debido a su fuerza de gravedad retiene en su superficie al

aire y al agua del mar, y para poner en movimiento al aire y al mar en

relación con la superficie del planeta se necesita la energía cuya fuente

primaria es el Sol, que emite en todas direcciones un flujo de luz visible

o próxima a la radiación visible, en las zonas del ultravioleta y del infrarrojo.

De acuerdo con los planteamientos de Sadi Carnot acerca del funcionamiento

de la máquina de vapor, se sabe que la transformación de la energía

térmica en energía mecánica no puede ser total. Un motor térmico requiere

de una fuente caliente que suministre la energía térmica y una fuente fría

que la reciba. Al considerar a la Tierra como un motor térmico, la fuente

que suministra la energía térmica es la superficie del suelo calentada por

la radiación solar y la fuente fría está localizada en las capas altas de

la atmósfera, enfriada continuamente por la pérdida de energía en

forma de radiación infrarroja emitida por el suelo caliente hacia el

espacio sideral.

La Tierra solamente recibe una pequeña cantidad de la energía emitida por el

Sol. La luz solar no se utiliza directamente, sino en forma de calor, por lo tanto,

es necesario que la atmósfera transforme la energía térmica de la radiación

solar en energía mecánica del viento. La fuente de calor para la atmósfera

es la superficie del suelo calentada por la luz solar que luego es emitida

como radiación infrarroja hacia el espacio.

El efecto invernadero es uno de los principales factores que provocan el

calentamiento global de la Tierra, debido a la acumulación de los llamados

gases invernadero CO2 , H2O, O3 , CH4 y CFC´s en la atmósfera.

El matemático francés Jean B. J. Fourier planteó que la Tierra es un planeta

azul debido a su atmósfera y que sería un planeta negro si careciera de ella y

que se congelaría el agua si no tuviera la mezcla de gases que forman su atmósfera.

En 1827 comparó la influencia de la atmósfera terrestre con un invernadero y

dijo que los gases que forman la atmósfera de la Tierra servían como las paredes

de cristal de un invernadero para mantener el calor.

El físico irlandés John Tyndall, en 1859, descubrió que ni el oxígeno ni el nitrógeno

producen efecto invernadero, lo cual indica que el 99 % de los componentes de la

atmósfera no producen efecto invernadero y que el agua, el bióxido de carbono y

el ozono sí lo producen. Tyndall se dio cuenta que el bióxido de carbono absorbe

una gran cantidad de energía y que su concentración varía de manera natural

debido a diferentes fenómenos, entre los que se encuentra la fijación orgánica

que llevan a cabo las plantas . También que la disminución de la concentración

del bióxido de carbono en la atmósfera provocaría el enfriamiento del planeta y

que ésta podría ser la explicación de las glaciaciones en la Tierra.

Las moléculas de oxígeno, nitrógeno, agua, anhídrido carbónico y del ozono

son casi transparentes a la luz solar pero las moléculas de CO2 , H2O, O3 ,

CH4 y CFC´s son parcialmente opacas a las radiaciones infrarrojas, es decir,

que absorben a las radiaciones infrarrojas emitidas por el suelo que ha sido

calentado por la luz solar.

Cuando la radiación infrarroja choca con las moléculas de CO2 , H2O, O3 ,

CH4 y CFC´s es absorbida por ellas. Estas moléculas que vibran, se mueven

y emiten energía en forma de rayos invisibles e infrarrojos, provocan el

fenómeno conocido como efecto invernadero, que mantiene caliente la

atmósfera terrestre . Las radiaciones rebotan entre la mezcla de moléculas

que componen a la atmósfera hasta que finalmente escapan al espacio sideral.

El término efecto invernadero aplicado a la Tierra se refiere al posible

calentamiento global debido a la acumulación de los gases de invernadero

provocada por la actividad humana, principalmente desde la revolución industrial

por la quema de combustibles fósiles y la producción de nuevos productos químicos.

El químico sueco Svante A. Arrhenius, en 1896, planteó que la concentración

de anhídrido carbónico se está incrementando continuamente debido a la quema

de carbón, petróleo y leña, lo cual hace que la temperatura promedio de la

Tierra sea cada vez mayor. Señaló que en caso de duplicarse la concentración

del anhídrido carbónico de la atmósfera, la temperatura promedio de la Tierra

aumentaría entre 5 y 6ºC.

Aunque se conocía el efecto invernadero, durante la primera mitad del siglo

XX los investigadores de la Tierra no lo consideraron como un problema de la

estabilidad del planeta, ya que antes consideraban que los océanos podían

absorber al anhídrido carbónico formando carbonato de calcio (CaCO3) que

caería al fondo del mar sin causar ningún daño.

La radiación infrarroja es absorbida en mayor cantidad por el vapor de agua,

le sigue el anhídrido carbónico y luego el ozono, pero de estos 3 compuestos

químicos es el anhídrido carbónico el que produce mayor efecto invernadero

porque el hombre está incrementando su concentración como consecuencia de

las actividades que realiza.

Se considera que sin el efecto invernadero producido por el bióxido de

carbono natural la temperatura de la Tierra sería de alrededor de 20 ºC bajo cero

( - 20 ºC).

Los científicos están de acuerdo en que el anhídrido carbónico interviene en el

efecto invernadero y que su concentración está aumentando , pero no están de

acuerdo en dos aspectos cruciales del efecto invernadero: 1) si ya ha comenzado

el calentamiento de la Tierra y 2) cuánto se incrementará el calentamiento global

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